viernes, 6 de enero de 2017

HISTORIA ILLAOI







«La sabiduría es, con frecuencia, una patada en la cabeza».
El poderoso físico de Illaoi solo se ve empequeñecido por su indómita fe. Como profeta del Gran Kraken, hace uso de un gran ídolo de oro para arrancar el espíritu del cuerpo de sus enemigos y fracturar su percepción de la realidad. Todo el que desafía a la «Portadora de la Verdad de Nagakabouros» no tarda en descubrir que Illaoi jamás combate sola: el dios de las Islas de las Serpientes lucha a su lado.
Su presencia impresiona a todo aquel que se la encuentra. Como mujer intensa que es, la sacerdotisa está plenamente comprometida con la experiencia de vivir. Toma lo que quiere, destruye lo que odia y se deleita en todo lo que ama.
Sin embargo, para conocer de verdad a Illaoi, hay que comprender la religión a la que ha dedicado su vida. Nagakabouros, la deidad de su fe, suele representarse como una enorme cabeza de serpiente rodeada de tentáculos que se mueven en espiral en torno a ella, sin principio ni fin. También llamado la Madre Serpiente, el Gran Kraken, o incluso la Dama Barbuda, Nagakabouros es el dios de la vida, las tormentas marinas y el movimiento en las Islas de las Serpientes. (La traducción literal de su nombre es «el monstruo infinito que mueve el cielo y la tierra»). Hay tres preceptos fundamentales en la teología de la religión: todo espíritu ha nacido para servir al universo; el deseo ha sido inscrito por el universo mismo en todo ser viviente; el universo solo se mueve hacia su destino cuando los seres vivientes persiguen sus deseos.
Las sacerdotisas menores tienen como cometido mantener los templos, invocar a las serpientes sagradas y enseñar a la gente la senda de Nagakabouros. Como Portadora de la Verdad de la religión, el papel de Illaoi es el de servir al dios directamente, desbloqueando el flujo del universo. Para cumplir tal propósito, tiene dos responsabilidades sagradas.
El primer cometido de una Portadora de la Verdad es el de encabezar la guerra contra la no muerte. Al estar fuera del flujo normal del universo, los no muertos se consideran una abominación contra Nagakabouros. Mientras que es responsabilidad de toda sacerdotisa del Kraken proteger a la población indígena de Harrowing, una Portadora de la Verdad se enfrenta en combate con los espíritus más poderosos y hace retroceder la Niebla Negra.
El segundo cometido de Illaoi es el de buscar individuos de gran potencial y desafiarlos con la Prueba de Nagakabouros. Esta tarea es la carga reflejada en el título de Illaoi. Con su enorme reliquia sagrada, el Ojo Divino, la Portadora de la Verdad arranca el espíritu del cuerpo de quien es sometido a prueba y luego lo obliga a enfrentarse a ella para demostrar su valía. Cumple este cometido consciente de que aquellos que fracasan son completamente aniquilados, ya que el Gran Kraken no tolera la cobardía, la duda o la moderación. Pero la destrucción no es nunca la meta. Quienes sobreviven a la ordalía cambian para siempre, y a menudo hallan la voluntad de buscar su verdadero destino.
Aunque Illaoi es la Portadora de la Verdad más poderosa y respetada de las últimas cien generaciones, es su transgresión de las tradiciones de su fe lo que mejor la define. Tras completar su formación como Portadora de la Verdad, y en la cúspide de su poder, Illaoi abandonó los templos dorados de Buhru por la miseria de la cercana Aguas Estancadas.
La ciudad pirata es el único lugar en el que se permite la presencia de forasteros en las Islas de las Serpientes, y no es sino una cloaca fétida a ojos del pueblo de Illaoi. Las anteriores Portadoras de la Verdad ignoraban la ciudad y consideraban a los extranjeros que llegaban allí prácticamente parias. Illaoi rompió con la tradición cuando eligió proteger a los residentes de Aguas Estancadas de Harrowing, o lo que fue más polémico aún, cuando decidió que algunos de sus residentes tenían almas dignas de la gran prueba. A pesar de ello, tan solo se inauguró un puñado de templos en la ciudad, y a muy pocos paylangi (término isleño para referirse a los residentes que proceden de la tierra firme) se les ha otorgado acceso su interior. En cualquier caso, es Illaoi quien ha traído a Aguas Estancadas la conciencia generalizada de la Madre Serpiente, y es su espíritu indómito el que ha conquistado allí el favor para su religión.
Hay rumores insistentes de que la gigantesca sacerdotisa le partió el corazón al pirata más sanguinario e infame de Aguas Estancadas. Un hecho que no sorprenderá a cualquiera que la haya conocido. Los modales bastos de Illaoi ocultan una inteligencia sutil, fortaleza y una confianza magnética.
Muchos buscan el favor de Illaoi y agradecen su presencia en Aguas Estancadas... aunque todos temen que la Profeta del Kraken los ponga a prueba.


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