lunes, 9 de enero de 2017

HISTORIA SINGED







Singed desciende de un milenario linaje de respetados químicos de Zaun. Ya de joven su talento para elaborar pócimas era muy superior al de sus compañeros, por lo que no tardó en destacarse entre éstos. Nadie se sorprendió cuando fue seleccionado para iniciar su aprendizaje por el infame Warwick, maestro boticario designado para una lucrativa colaboración con el ejército noxiano durante la campaña del mismo contra Jonia. En los laboratorios de Warwick, Singed trabajaba sin descanso, afanado por conocer hasta el menor detalle del letal arte de su predecesor. Poco le preocupaban la muerte y la destrucción en las que derivaban sus experimentos. Cuando la maldición de la licantropía se cebó en su maestro, Singed estaba más que preparado para dejar de ser un ratón de laboratorio y convertirse en un innovador; estaba dispuesto a compartir su genio desatando un nuevo castigo sobre el frente jonio. Su entusiasmo por progresar era insaciable, de tal modo que, según cuentan, cuando las cobayas escaseaban, el obsesionado químico solía probar sus volátiles pociones en sus propias carnes.

Cuando la incómoda paz establecida por la Liga de Leyendas se impuso en el mundo, Singed viajó al único lugar donde aún podía mostrar su amado arte: la Academia de la Guerra. Para entonces apenas era un hombre: su cuerpo, decrépito, sólo se sostenía con la ayuda de sus ingeniosos artilugios. Una red de quemaduras (recuerdos de las sombras y el fuego) cubre su cuerpo decadente. Además, la exposición a las condiciones más rigurosas ha destrozado sus nervios, endurecido sus miembros y fortalecido su físico, convirtiéndolo en un temible coloso. Esto, combinado con un formidable arsenal de brebajes deletéreos, hace de Singed un enemigo que hay que tomar en serio en los Campos de la Justicia.

''¡Mi creación más mortífera será un homenaje a mi mentor!''
-- Singed, al ponerle nombre a la Poción Demencial



HISTORIA MORDEKAISER







Mordekaiser es un ser de agonía pura, embarcado en una misteriosa y temible misión. Se dice que fue el primer no muerto y que existía desde antes de que el nombre de las Islas de la Sombra comenzase a conocerse. Su verdadero nombre y su pasado se perdieron en la noche de los tiempos. Mordekaiser es temido por su oscura manipulación del dolor, tanto el suyo propio como el de los demás. La angustia lo alimenta y hace que siga adelante, convirtiéndose en su última conexión con la vida… y en su arma más efectiva. A lo largo de su enigmática cacería, demostró que nadie está a salvo, ya que incluso las almas más valerosas desvelaron todos sus secretos al ser atrapadas por él.
Una niña fue testigo y sobreviviente de un encuentro con el paladín del dolor. Una noche, la joven aprendiz de maga vio perturbado su sueño por el sonido de los torturados gritos de su maestro. Tras sobreponerse a su miedo, la joven corrió hacia la biblioteca, pero la encontró en ruinas. Allí se topó con una figura hercúlea embutida en una armadura que parecía estar fundida con su cuerpo. Resultaba evidente que el oscuro intruso estaba buscando algo y que los resultados no le satisfacían. En el centro de aquella cámara, antaño majestuosa, el ser de la armadura agarró a su maestro, ya destrozado. La joven escuchó las últimas palabras de su maestro: que moriría antes que desvelarle al intruso sus secretos. Mordekaiser se rió y dijo que ni siquiera la muerte le serviría de escapatoria; luego, rompió el cuello de su maestro con un fuerte crujido. Unos momentos después, la horrorizada joven fue testigo de cómo aquel ser arrancaba el espíritu de su maestro del cuerpo. Como impulsada por una oscura pulsión, la sombra empezó a revelar a su torturador y ejecutor todo cuanto éste quería saber. La niña huyó y vivió para contar su historia: si Mordekaiser va por ti, ni siquiera la muerte te permitirá escapar de su puño de hierro.
El miedo es confusión, el dolor es claridad.
―Mordekaiser

 

domingo, 8 de enero de 2017

HISTORIA KENNEN






Existe una antigua orden que tiene su origen en las Islas Jonias y que se dedica a conservar el equilibrio. Orden, caos, luz, oscuridad… todas las cosas deben existir en perfecta armonía, ya que así es como funciona el universo. Esta orden se conoce como Kinkou, y emplea a un triunvirato de guerreros de las sombras para mantener sus causas en el mundo. Kennen es uno de estos guerreros de las sombras, y a él ha sido confiado el deber sagrado de cazar el sol y transmitir sin descanso la justicia de Kinkou.
Kennen nació en Ciudad de Bandle, y se dice que durante sus primeros instantes de vida huyó primero del vientre y luego de la comadrona que lo ayudó a nacer. Sus padres pensaban que con la edad perdería su infinita energía, pero conforme fue haciéndose mayor esta energía no tuvo límites, y sólo era comparable a su desconcertante velocidad. A pesar de sus increíbles dones, pasó desapercibido (o al menos impune, ya que era muy bromista) hasta que, en un desafío, subió corriendo por el gran muro exterior del Placidium. Cuando los rumores sobre su hazaña llegaron a Kinkou, Kennen fue llamado a audiencia de forma inmediata y discreta. Descubrió que se adaptaba bien al papel de Corazón de la tempestad, extendiendo ávidamente por el reino la palabra y los castigos de Kinkou. Ahora trabaja con sus compañeros Akali y Shen para imponer el equilibrio de Valoran. No es extraño que esta búsqueda consagrada haya llevado al triunvirato hasta los Campos de la Justicia.
El Corazón de la tempestad late eternamente... y aquellos por él azotados lo recuerdan eternamente.



HISTORIA CAMILLE









La familia de Camille consolidó su riqueza gracias a un raro  cristal recolectado de una criatura nativa de las arenas de un lejano valle. Los originales cristales hex, o ‘‘primeros cristales’’, contenían un poder usualmente reservado para los nacidos con la habilidad de la magia. La tataratía de Camille, Elicia, perdió un brazo, y casi su vida, en una de las primeras expediciones. La gente apreció su sacrificio, y ello impuso una expectativa que aún se refleja en el lema de la familia Ferros hoy en día: ‘‘por la familia daré todo’’.
Las criaturas que Elicia Ferros encontró, los  brackern, no eran una fuente inagotable, así que la familia de Camille tuvo que encontrar el modo de amplificar los cristales que ya habían acumulado. A través de ciertas inversiones fantasmas en tecnología química y alquimia rúnica, la familia Ferros introdujo al mercado los cristales sintéticos hex, menos poderosos, pero más sencillos de obtener. Esta clase de poder frecuentemente conlleva consecuencias, y se rumora que la producción de los cristales sintéticos contribuyó profundamente al Zaun Gris.
Nacida en de una de las familias más adineradas de la ilustre corte Bluewind de Piltóver, Camille fue la sexta hija de Rhodri y Gemma, los entonces maestros del clan Ferros. Sin embargo, Camille y su hermano menor, Stevan, fueron los únicos hijos que sobrevivieron hasta la adultez.
La familia concentró su atención en Camille, siendo la hija mayor sobreviviente, así que no repararon en gastos para su educación y le infundieron tanto su actitud aristocrática como su sentido del deber desde muy joven. Con tantos visitantes sofisticados de Valoran en Piltóver, Camille tuvo abundancia de tutores excepcionales. En consecuencia, habla tanto el dialecto Zhyun de Jonia del sur y el ur-noxiano con fluidez. Se le inculcó el interés en la historia de Valoran desde niña, y aprendió a leer y a escribir en shurimano antiguo mientras asistía a su padre en las excavaciones del Valle de Odyn. Camille también se convirtió en una músico sobresaliente y toca la cellovinna a nivel de concertista magistral.
Entre las familias líderes de Piltóver, es costumbre que uno de los hijos más jóvenes se convierta en el principal recabador de información, aspecto que constituye el arma y la línea de defensa de su clan. Los elegidos tienen la misión de proteger los intereses de una familiar de Piltóver, y trabajan con el maestro del clan para asegurar el éxito de la familia por cualquier medio necesario. El clan Ferros, con su abundancia de secretos, siempre se tomó este puesto con seriedad y dedica considerables recursos para asegurar que su recabador de información sea siempre el mejor. El hermano de Camille, Stevan, nació con una constitución física débil y se le consideró inadecuado para el puesto. Su padre se sintió extremadamente orgulloso cuando Camille tomó el lugar de Stevan como la recabadora de información principal del clan. Mientras Camille recibía con gusto su entrenamiento y tutorías especiales, Stevan acumulaba envidia. Ella se volvió experta en combate, espionaje e interrogación. Las técnicas favoritas de Camille eran combatir con la guja de Shon-Xan, obtener información a través del interrogatorio clásico y descender en rappel desde las ruinas de cierta torre del reloj con un gancho nativo de las Islas de las Serpientes Occidentales.
Cuando Camille tenía 25 años, una banda de ladrones aumentados la atacaron a ella y a su padre. La pandilla estaba determinada a escalar en el inframundo de Zaun al intentar descubrir algunos de los secretos más lucrativos de la familia. Tanto Camille como su padre salieron heridos. Camille se recuperó, pero su padre sucumbió ante las heridas. La madre de Camille falleció poco después, incapaz de soportar la angustia que recayó sobre la casa. El hermano de Camille, Stevan, recibió el título de maestro del clan. Joven, impulsivo y ansioso por demostrar ser un fuerte líder para la familia, Stevan duplicó los esfuerzos en la ya extensa investigación de Ferros sobre las mejoras de tecnología Hextech en humanos.
Después de un año de luto, la casa Ferros fue decorada gloriosamente para las siguientes audiciones del Día del Progreso. Stevan supervisó personalmente el ingreso de Hakim Naderi como el artífice principal de la familia, un prometedor joven cristalógrafo de la ciudad de Bel’zhun, en la costa de Shurima.
Perturbada por haber sido incapaz de proteger a su padre, Camille le pidió a Hakim una mejora Hextech para llevar su poder más allá de la capacidad de su cuerpo humano. Cuando Hakim conoció a Camille, fue amor a primera vista, y decidió que sacaría a Camille de la oscuridad en la que se encontraba desde la muerte de su padre. De inmediato formaron un vínculo gracias al trabajo y las historias sobre las arenas de Shurima que compartían durante las noches. Después de meses de trabajar íntimamente con él, Camille ya no podía negar que también estaba enamorada de Hakim. Al acercarse el día de la amplificación de Camille, se volvieron imprudentes con su amorío, ya que sabían que la cirugía marcaría el fin de su tiempo juntos. Hakim se tendría que encargar de otros proyectos para la familia, y Camille volvería a estar dedicada completamente a su deber como la principal recabadora de información. Pero más que eso, a Hakim le angustiaba que, al extirpar el corazón de Camille, podría cortar demasiado profundo y privarla de su humanidad.
Días antes de la operación de Camille, las reservas de Hakim sobre el procedimiento estallaron. Le propuso matrimonio y le suplicó que se escapara con él. Dibujó una imagen de su futuro: caminarían juntos por las cálidas arenas de Bel’Zhun, descubrirían las ruinas de Shurima antigua, criarían a sus hijos juntos; un futuro alejado del deber que ataba a Camille a su casa. Por primera vez en su vida, Camille se sintió en medio de una gran encrucijada.
La posición de Stevan como maestro del clan dependía mucho de la habilidad de Camille para ejecutar la visión de su hermano. Cuando él se enteró de la proposición secreta, vio cómo su principal recabadora de información se le escapaba de las manos y, por consecuencia, su control sobre la familia Ferros. Stevan diseñó un plan para recordarle a Camille el deber que le juró a su padre. Diseñó un plan para simular ser atacado la próxima vez que supiera que Camille y Hakim estuvieran juntos. Utilizando la fragilidad que una vez le negó su lugar, Stevan se presentó ensangrentado ante su hermana, abusando de sus oscuros recuerdos sobre la noche que le falló a su padre. Camille no pudo negar la evidencia que le manchaba las manos, la prueba de lo que podría pasar si la atención del recabador de inteligencia se encontraba dividida.
Hakim le suplicó a Camille, pero ella no lo escuchó. Su deber se remontaba generaciones atrás, un deber que, si hubiera estado mejor preparada, le hubiera permitido salvar la vida de su padre, así como evitar las heridas de su hermano. Camille insistió en que le hicieran la cirugía y terminó su relación con Hakim.
Hakim aún amaba a Camille y sabía que era el único que podía llevar a cabo la cirugía de forma segura. Incapaz de permitir que el amor de su vida pereciera en la sala de operaciones, extirpó el corazón de Camille como ella lo pidió. Cuando estuvo seguro que su nuevo corazón mecánico latería sin él, Hakim renunció. Camille despertó y encontró el laboratorio donde trabajaba con Hakim vacío y abandonado.
Camille se sumergió en su trabajo, llevando sus mejoras aún más lejos y adquirió  piernas con cuchillas caderas con pernos y otras mejoras menores de Hextech. Cada aditamento llevó a Camille y a la cada vez más ambiciosa tecnología a sus límites. Esto hizo preguntarse a muchos cuánto quedaba realmente de la mujer. Mientras más poder y riqueza acumulaba el clan Ferros, las misiones de Camille se volvieron más oscuras y letales.
Gracias a las vibraciones rejuvenecedoras de su corazón Hextech, Camille no envejeció y pronto Hakim Naderi se convirtió en un recuerdo distante. Los años no fueron tan generosos con su hermano. El cuerpo de Stevan se volvió aún más frágil, pero eso no impidió que conservara su título de maestro del clan.
En una misión reciente Camille descubrió el ingenuo y desventurado compromiso de una habitante de Piltóver y, con ello, una serie de eventos que expusieron la profundidad de la traición de Stevan. Las mentiras que alejaron a Hakim ahora amenazaban con destruir a Camille y al clan. Ella vio las codiciosas maquinaciones de su hermano por lo que eran, maquinaciones egoístas que nada tenían que ver con el bienestar de la familia. En ese momento, descartó el último sentimiento que tenía por su hermano y se apoderó del clan Ferros.
Ahora Camille maneja las relaciones públicas de la familia a través de su sobrina nieta preferida, a quien instaló como maestra del clan. Esto le permite a Camille continuar con las operaciones sombrías que aseguran el éxito de su familia. Comprometida con su rol como la persona que resuelve los problemas difíciles, Camille aceptó su transformación sobrehumana y las observaciones hirientes que ello conlleva. Con la energía de los cristales hex corriendo por sus venas, Camille jamás ha aceptado quedarse inactiva. En lugar de eso se vigoriza a través del espionaje industrial bien ejecutado, de una taza de té y de las largas caminatas por el Gris.
Té con la Dama Gris
El primer sonido que escuché fue el chirrido del metal contra la roca. Mi vista estaba nublada, mi visión seguía nadando en una turbia oscuridad, pero una parte de mi mente lo registró: el desliz de la cuchilla sobre la piedra húmeda. El ruido áspero era el mismo que mi albañil hacía cuando marcaba las rocas para cortarlas del peñasco. Apreté con fuerza los dientes. La niebla en mi mente se desvaneció, pero me dejó con un pensamiento lleno de pánico mientras tensaba las cuerdas que unían mis manos:
Era hombre muerto.
Escuché un gruñido y un fuerte crujido de madera. Si entrecerraba los ojos, podía distinguir la masa de lo que supuse era Gordon Ansel, sentado frente a mí. De nada sirvió contratar un guardia. Parecía que también estaba volviendo en sí.
‘‘Ah, bien. Ambos están despiertos’’. Una voz femenina, refinada, elegante. ‘‘Estaba a punto de preparar el té’’.
Volteé hacia ella. La mitad de mi rostro se sentía hinchado y con moretones. Las comisuras de mi boca estaban unidas. Traté de mover la mandíbula hinchada y un sabor a cobre invadió mi lengua. Debería haberme sentido agradecido de seguir con vida. El aire tenía un persistente aroma a químico, un olor que podía chamuscarte los vellos de la nariz si inhalabas demasiado profundo.
Qué suerte la mía. Seguía en Zaun.
‘‘Uno de ustedes sabe quién es el responsable por la explosión en el muelle’’, dijo la mujer. Nos estaba dando la espalda; una titilante luz azulada iluminaba su delgada cintura y sus piernas inhumanamente largas. Escuché el derrame casi imperceptible de agua mientras ella colocaba una tetera sobre la llama casi invisible de un quemador químico.
‘‘Púdrase, señora’’, gruñó Ansel.
Ansel es el indicado para empeorar una situación mala.
‘‘Los hombres del barón Grime siempre son tan elocuentes’’.
La mujer giró para vernos: No era una lámpara lo que iluminaba su figura, sino algo dentro de ella que producía una inquietante luz. ‘‘Me dirán lo que quiero saber, como si su vida dependiera de ello’’.
‘‘No le diré nada’’, rugió Ansel.
Cuando cambio de posición, un ruido metálico provino de los pies de la mujer. Estaba decidiendo a cuál de los dos interrogar primero. El sonido metálico no tuvo sentido hasta que ella comenzó a caminar hacia Ansel; entonces lo entendí. Su sombra se separó de la silueta de la mesa. Una extraña luz azul pulsaba desde sus caderas, y atrajo mi vista desde su atlética figura... hacia las  cuchillas gemelas. La dama era una quimera de vanguardia, como ninguna que haya visto en Piltóver o en Zaun.
‘‘No insulte mi gentileza, señor Ansel. Otros lo hicieron. Ahora están muertos’’.
‘‘¿Cree que sus piernas me asustan?’’
La mujer se paró frente a mi obtuso compañero. Podía escuchar que el agua en la tetera comenzaba a hervir. Parpadeé y hubo un  destello plateado y azul. La cuerda que ataba las manos de Ansel cayó al suelo.
Una risa ronca escapó de mi guardaespaldas. ‘‘Fallaste, muñeca’’. Nuestra captora parecía esperar pacientemente. Ansel se inclinó unos cuantos centímetros, mientras una arrogante risa adornaba su golpeado rostro.
‘‘Puede lamer mis...’’
La mujer  giró. Esta vez, la filosa cuchilla de su pierna hizo un corte limpio sobre el cuello de Ansel.
La cabeza decapitada rodó y se detuvo frente a mí justo cuando la tetera comenzó a silbar. Ansel siempre tuvo una boca impertinente. Ahora yacía abierta, al fin silenciada.
Me repetía que Ansel estaba muerto, pero sus ojos me miraban con una expresión horrorizada. El miedo en mi cerebro reptó por mi columna y se detuvo para estrangular mis entrañas hasta que me convencí que lo que quedara dentro terminaría en el suelo.
‘‘Ahora, señor Turek, beberemos una taza de té, y me dirá lo que deseo saber’’, dijo ella con calma.
La mujer se sentó en la mesa y sonrió. Se escuchó un silbido de vapor mientras servía el agua hirviendo en la taza de porcelana. Me miró con una condescendiente lástima, como si yo fuera un colegial demasiado lento en matemáticas. No podía dejar de mirar esa sonrisa. Letal. Astuta. Me moría de miedo.
‘‘¿Té?’’. Casi me ahogué intentando responder.
‘‘Ah, mi niño’’, dijo. ‘‘Siempre hay tiempo para el té’’.



HISTORIA TEEMO







Teemo es una leyenda entre sus hermanos y hermanas yordle de la ciudad de Bandle. Por lo que respecta a los yordles, parece que Teemo tiene algún pequeño problema. Aunque disfruta de la compañía de otros yordles, también insiste con frecuencia en realizar misiones en solitario para la defensa de la ciudad de Bandle. Pese a su personalidad cálida y amable, algo cambia en la mente de Teemo durante el combate, dado que las vidas con las que acaba mientras está de patrulla no le importan en absoluto. Incluso cuando era un joven recluta, los instructores y demás entrenadores encontraban desconcertante el hecho de que, aunque Teemo era por lo general encantador y amable, se convertía en una máquina de matar muy eficaz en cuanto comenzaban los ejercicios de combate. Los superiores de Teemo lo enviaron enseguida a los Exploradores de Mothership, una de las unidades especiales más distinguidas de la ciudad de Bandle, junto con los Comandos Megling.
Aunque la mayoría de los yordles no son capaces de realizar misiones de exploración por sí solos con soltura, Teemo es extremadamente eficaz. Su expediente de éxitos a la hora de defender a la ciudad de Bandle de los enemigos lo convierten en uno de los yordles más peligrosos de la actualidad, aunque nunca lo dirías al tomar una copa con él en su taberna favorita. La ciudad de Bandle eligió a Teemo como su primer campeón en la Liga, y él ha aceptado el papel encantado. Su arma tradicional está impregnada con un veneno de ajunta que él mismo recoge en las junglas de Kumungu. Para sobrellevar sus largos períodos de aislamiento, Teemo se ha hecho amigo recientemente de Tristana, también campeona de la Liga y miembro de las fuerzas especiales de la ciudad de Bandle. Esta conexión es buena para ambos yordles, aunque ahora circulan rumores en la prensa de Valoran que aseguran que su amistad está evolucionando en relación romántica. Pese a todo, Teemo es uno de los favoritos del público en la Liga de Leyendas, y un enemigo de reducido tamaño que muchos han llegado a temer.
Teemo se mueve en la delgada línea que separa al alegre compatriota del asesino sin remordimientos. Pero sin duda es el mejor amigo que podría tener.
―Tristana


HISTORIA SION







"SANGRE.
LA HUELO.
LA DESEO. LA ANHELO. ¡LA NECESITO!
Ya está cerca. AHÍ VIENEN.
¿SIN CADENAS? ¡LIBRE! ¡MATAR!
A MI ALCANCE. ¡SÍ! ¡MUERE! ¡MUERE!
Se acabó. Demasiado pronto. Sin luchar. Más. Quiero... más.
¿Una voz? Desconocida. Lo veo.  El gran general. Mi general.
Dirige. Yo sigo. Marcho. ¿Adónde? Debería saberlo. No lo recuerdo.
Todo se coagula, formando una sola imagen. ¿Acaso importa? Noxus conquista. ¿Y el resto? Es trivial. Llevo tanto… sin probar la victoria.
El armatoste se balancea. Traquetea. Una jaula abarrotada. Una ceremonia absurda. La espera enloquece. ¡Más deprisa, perros!
Allí. Estandartes. Los demacianos y sus murallas. Cobardes. Las puertas caerán en pedazos. Los recuerdos de la masacre acuden con facilidad. ¿Quién dio la orden de parar? Los lacayos no responden. No hay rostros conocidos. Si yo no lo recuerdo, tampoco lo hará la historia.
La jaula se abrió. ¡Al fin! Terminó la espera. ¡A LA CARGA!
¿Hondas y flechas? ¡Armas de niños! ¡Sus murallas no los salvarán!
Puedo saborear su miedo. Se encogen a cada golpe y a cada astilla que salta de sus barricadas. ¡YA QUEDA POCO!
Tambores noxianos. Gritos demacianos. La Gloria se hace de alabanzas. ¡La Gloria es sangre en las manos! ¡Esto es vida!
Mil cadáveres demacianos yacen a mis pies y los hogares de Demacia arden a mi alrededor. ¡Acabó demasiado pronto! Solo uno más...
Los hombres me miran fijamente. Hay miedo en sus ojos. Si temen mirar de frente la Victoria, debería arrancarles esos ojos de cobarde. No hay miedo en los ojos del gran general, solo aprobación. Está satisfecho con esta conquista.
Mientras recorro el campo con el gran general, contemplando la carnicería, ardo en deseos de encontrar más adversarios. Cojea. ¿Una herida en la pierna recibida durante la batalla? Si le duele, no lo demuestra. Un auténtico noxiano. Pero no me gusta  su mascota; picotea a los muertos sin haberse ganado nada. Los sabuesos de guerra del general eran mejor compañía.
Demacia estará dentro de poco en nuestras manos. Puedo sentirlo. Estoy listo para marchar. El gran general insiste en que descanse. ¿Cómo puedo descansar, cuando mis enemigos siguen vivos?
¿A qué esperamos? La espera me carcome. Me quedo solo. El ave me observa. Es inquietante. Si fuese de cualquier otro, la aplastaría.
La fatiga se apodera de mí. Nunca me había sentido tan... agotado.
¿Boram? ¿Eres tú? ¿Qué susurras?
¿Dónde estoy?
¿Prisionero? Enjaulado, igual que un perro. ¿Cómo?
Hubo... la batalla, el saqueo de la fortaleza, el canto del silencio. ¿Nos tendieron una emboscada? No lo recuerdo.
Me hirieron. Siento la carne desgarrada… pero no dolor. Me dieron por muerto. Y ahora soy su precio. El destino se burla de mí. ¡No me enjaularán! Lamentarán haberme perdonado.
¡Gusanos demacianos! Hablan con palabras amables, pero son tan implacables como el que más. Este lugar es un pozo malsano. No me traen comida. No me torturan. No me exhiben como ejemplo. Me dejan para que me pudra.
Recuerdo mi momento más dulce. Tenía a un rey por la garganta y sentía sus últimos latidos a través de las manos con las que lo aferraba. No recuerdo haberlo soltado. ¿Es esta tu venganza, Jarvan?
Oigo la marcha triunfal. Botas sobre la piedra. Lejanas, más allá de los muros de la mazmorra. La cadencia de los tambores noxianos. Seré libre. ¡La sangre demaciana correrá por las calles!
No vino nadie. No oí lucha alguna, ni retirada. ¿Fue todo fruto de mi imaginación?
No hay dolor en este muñón. Apenas noté la bota de hierro.



HISTORIA SHEN






Como líder de un clan secreto de guerreros místicos, Shen sirve como el Ojo del Crepúsculo, a quien se le confía imponer el equilibrio en el mundo. Con el anhelo de librarse de la confusión de las emociones, el prejuicio, o el ego, Shen lucha continuamente, con su hoja espiritual en mano, por caminar por el desconocido sendero del juicio impasible.
Como un enigma para el sombrío reino de los espíritus, así como para los territorios del hombre mortal, Shen no pertenece a ninguno. En su interior existe una inquieta fusión de alma humana y poder arcano. En ambas zonas se le considera como alguien a quien temer. Shen es inflexible. Es constante. Responde únicamente a su propósito.
A pesar de que el hecho de haber nacido al interior de uno de los clanes jonios más venerados marcó su destino al servicio, fue su férrea voluntad la que convirtió a Shen en el líder elegido de una orden sombría. Empuñando su hoja espiritual, símbolo de su deber y conexión con el reino espiritual, Shen vaga por ambos mundos, siendo atraído de manera certera a cualquier sitio en donde una facción amenace con oprimir a la otra.
Existen incontables leyendas que relatan las batallas de Shen a lo largo de los reinos. La verdad se esfuma entre las historias relatadas, desde sus numerosos encuentros contra el Clan de los Siete Demonios en los planos físicos y etéreos de Jonia hasta el brutal azote de Shen a los repugnantes devoradores de pellejo en las Estepas Negras del Fréljord.
Uno de los relatos más fantasiosos recordados por los jonios es aquel que habla del día en que Shen apareció repentinamente en el patio central de Noxus. Situándose en el propio centro del bastión de su enemigo, los espectadores observaron horrorizados mientras Shen aparecía para luchar una cruenta batalla contra una amenaza invisible a la vista. Para la multitud, Shen aparecía y desaparecía en un abrir y cerrar de ojos, con heridas que surgían de su cuerpo de la nada. Aunque los noxianos no lo sabían, él defendió completamente solo a todo el imperio en sus incursiones al mundo espiritual.
A pesar de que Shen camina solitario por su sendero entre este plano y el más allá, no siempre viaja solo. Otros miembros de su secta oculta, Akali, el guerrero mortal de las sombras, y Kennen, el yordle con la velocidad de un rayo, siempre están listos para ayudarle.
A pesar de tener aliados, solo a Shen se le confía la espada de su padre y la responsabilidad que eso significa. Al Ojo del Crepúsculo le está prohibido permitir que la pasión nuble su juicio. Aunque cumple su deber de manera inquebrantable, Shen lucha por contener su ira hacia el asesino de su padre, Zed, un hombre a quién alguna vez consideró como su hermano.
Con el destino del mundo de los hombres y del reino espiritual en sus hombros, Shen lucha por mantener el equilibrio entre sus emociones humanas y su enfoque espiritual. ¿Por cuánto tiempo podrá un hombre equilibrar ambos mundos con el filo de una espada?
Neutralidad verdadera
''No era una tormenta. Era un espíritu'', dijo el pescador, aún desconcertado por haber sobrevivido al naufragio hace dos noches. El hombre contó que su barco pesquero fue hundido por una criatura, tan grande como una casa y más rápida que el viento.
Shen escuchó el relato, sopesando en silencio los hechos tal como ocurrieron.
''Muéstrame dónde sucedió'', dijo Shen.
El hombre lo llevó a una playa en la bahía, donde un grupo de aldeanos trabajaban para recuperar los cadáveres de los marineros ahogados. Shen se arrodilló para examinar una pieza del naufragio. Los cortes en la madera eran profundos y salvajes, producto de poderosas garras.
''¿Cuántos murieron?'', preguntó.''Todos excepto yo... seis'', respondió el marinero.
Los espíritus son fuertes, pensó Shen, buscando más evidencias entre las maderas flotantes del naufragio.
Al final, en el borde de una sección astillada del casco, lo encontró: un pequeño mechón de cabello fino. La mayoría de las personas lo hubiesen pasado por alto, y si lo vieran, nunca pensarían que una criatura capaz de hundir un barco dejaría algo tan delicado. Pero Shen ya había visto un cabello como ese. Cualquier duda que podría haber tenido acerca de la veracidad del relato del pescador se esfumó al ver el fino mechón plateado disolverse con tan solo tocarlo.
''Un demonio'', afirmó Shen. ''Debes haber navegado por su camino''.
El pescador asintió con la mirada sombría. Era bien sabido que espíritus de todos los tipos vagaban por el mundo físico, especialmente en Jonia, donde la barrera entre ambos reinos era muy débil y atravesable. Los planos material y etéreo estaban en contacto constante, deslizándose serenamente uno con el otro como aceite sobre agua.
Como el Ojo del Crepúsculo, era deber de Shen caminar entre ambos mundos, asegurándose de que ninguno de ellos suprima al otro. Era un fantasma para los humanos, que se desvanecía en un abrir y cerrar de ojos, para reaparecer a varias millas de distancia. Y era un humano para los espíritus, un ser de carne y hueso que jamás se atrevería a aventurarse en los reinos etéreos.
Se arrodilló en la playa para examinar uno de los cadáveres recuperados. El hombre había sido partido en dos, justo debajo de las costillas. Lo que quedaba de sus vísceras pendía de un torso pálido e hinchado.
''No hay de qué preocuparse. Derrotaré al monstruo antes del anochecer'', dijo una voz desde atrás.
Shen dio la vuelta y vio a un hombre santo sentado cerca del templo local. Varios acólitos lo rodeaban, acarreando una selección de talismanes y aceites místicos. Estaban realizando un ritual de purificación para interrumpir cualquier perturbación espiritual presente en el área. El hombre santo miraba fijamente a Shen, como si estuviera analizando su valía.
''¿Contamos con su ayuda, señor?'', preguntó el hombre.
''El equilibrio será restaurado'', dijo Shen mientras asentía seguro.
Se despidió del hombre santo para partir en busca del débil rastro del cabello fino. Pensó en los marineros muertos y en el costo que tendría derrotar al monstruo. Las palabras de su padre seguían siendo muy ciertas: ''La parte más dura radica en encontrar el equilibro en todas las cosas''. La neutralidad verdadera, el centro preciso de todas las fuerzas que dominan el mundo, eso es lo que el Ojo debe ser capaz de distinguir.
Hacer cumplir ese equilibrio era su propia lucha. Para la tarea, Shen llevaba dos espadas en la espalda. Una de ellas era un sable de acero jonio capaz de atravesar a una persona de un solo golpe. La otra era una espada fabricada de energía arcana pura. Era utilizada para enfrentar a los espíritus, y había pasado por varias generaciones de los ancestros de Shen. Con ella había aniquilado a numerosos demonios, fantasmas, espectros y espíritus durante los años, y esperaba derrotar a uno más antes del anochecer.
Al fin, Shen llegó a una ensenada aislada, tranquila y alejada de la actividad humana. En un banco de arena cercano a la orilla yacía el demonio, con su fina y brillante vestimenta resplandeciendo en el atardecer. La criatura recostada se veía enorme, hinchada por consumir las esencias mortales de sus víctimas. Shen reptó entre los juncos, dirigiéndose silenciosamente hacia el demonio durmiente. Podía ver su enorme caja torácica expandiéndose y contrayéndose con sus respiraciones profundas y relajadas. Cuando estaba a solo unos pasos del banco de arena, Shen desenvainó su espada espiritual, alistándose para el impacto.
De pronto, un perturbador sonido lo interrumpió. Era un grito estridente y espantoso, que emanaba del propio aire. Le sonaba familiar, pero antes de que Shen pudiera identificar el sonido, volvió a escucharlo. Otra vez. Y otra vez, finalizando en un coro de chillidos que helaban la sangre. Eran los llantos de los espíritus moribundos. Los ojos de Shen apuntaron al demonio, que comenzaba a despertar de su letargo. Shen miró su espada espiritual una vez más, analizando sus opciones disponibles con calma. Luego, apretó las manos fuertemente, concentrando su ki, para desaparecer en un vórtice de energía chispeante, dejando solo al demonio en su banco de arena.
Un momento más tarde, Shen reapareció en el sitio del naufragio.  Por todos lados rezumaban pozas negruzcas que se evaporaban en el aire, acompañadas del prolongado hedor del terror.
Shen contó los charcos negros disipándose, los vestigios de espíritus asesinados. Su recuento fue interrumpido cuando el hombre santo ingresó al claro junto a sus acólitos. Uno de ellos llevaba una soga de lino y plata. Atado al otro extremo había un pequeño espíritu, un diablillo sin importancia. Luchaba con todas sus fuerzas para soltarse de la cuerda. Gemía al ver los restos de sus hermanos.
''¿Te importaría deshacerte de este también?'', preguntó con desinterés el hombre santo a Shen, como si le estuviera ofreciendo un plato de sopa durante la cena.
Shen observó las pozas pegajosas y ardientes que hace unos instantes aún eran poderosos seres del otro mundo. Entonces, volvió la mirada hacia el sacerdote y el pobre diablillo.
''Lo siento, Su Santidad'', dijo. Regresó su espada espiritual a su vaina y en su lugar desenfundó su sable de acero. Hoy no había planeado utilizar esa espada.



HISTORIA MAOKAI







Hubo un tiempo en el que Maokai era un pacífico espíritu de la naturaleza que vivía en un bosque idílico, pero la arrogancia de los humanos puso fin a esa vida. No es más que una sombra demoníaca de lo que un día fue, retorcido por magia oscura que desafía al orden natural de la vida y la muerte. Infundido de un poder que nunca deseó, el poderoso treant se convirtió en una fuerza de la naturaleza que clama venganza, destruyendo a sus enemigos haciendo uso de magia salvaje y extremidades duras como el acero. Se dirige a Valoran, en pos de devolverle su antigua gloria a las Islas de la Sombra.
Antes de que se convirtieran en una tierra de muerte, las Islas de la Sombra eran conocidas por la inmensa vida y belleza naturales de las que presumían. Sobre todo su bosque sagrado: un paraíso de árboles florecientes e incontables especies animales y espirituales. Cuando el rey de las Islas de la Sombra ordenó a sus hechiceros que destruyeran la barrera que separa la vida de la muerte, estos utilizaron el bosque como fuente de poder y lo esquilmaron.
El ritual logró corromper el ciclo de la vida y desató unas fuerzas que jamás podrían contener. Todo ente viviente terminó desprovisto de vitalidad en las Islas de la Sombra: los majestuosos árboles se marchitaron hasta convertirse en cascarones retorcidos, la gente se transformó en sombras horrendas y los espíritus del bosque se convirtieron en fuegos fatuos sin alma. Maokai, el espíritu más fuerte del bosque sagrado, contempló horrorizado como su mundo se desmoronaba y moría ante él. Pugnó por restañar la herida del mundo, pero al final no pudo detener la destrucción que la estupidez humana había perpetrado. Cuando las terribles energías estaban a punto de superarlo, utilizó un último recurso a la desesperada para intentar preservar la vida de la tierra. Maokai tomó el control del viejo roble que se hallaba en el corazón del poder espiritual del bosque e hizo converger hacia él la esencia de las islas, mientras la corrupción de los no muertos seguía devorando todo lo que se encontraba a su paso. Evitó que lo consumieran completamente, reforzado por magia inimaginable, pero no salió ileso.
Maokai, saturado de esencias de vida y de muerte, terminó fusionado al antiguo roble, deformado hasta convertirse en una abominación. Durante mucho tiempo, sus únicos compañeros fueron el dolor y la pena. Sus ramas se hicieron más pesadas por las lágrimas que derramó a causa de la destrucción de todo lo que había conocido y amado, y sus raíces desgarraron la tierra por la ira que profería hacia los necios hechiceros que habían destrozado su hogar. Pero no todo estaba perdido. Maokai preservó la última chispa de vida que quedaba en las Islas de la Sombra y, con ella, la esperanza de que la tierra volviera a recuperar su antiguo esplendor.
Las sombras atormentadas de la isla se sentían atraídas hacia la esencia viva contenida en Maokai como polillas hacia la luz. El espíritu mantuvo la semilla de vida a salvo de los incansables no muertos, pero sabía que no podría contenerlos para siempre. Tenía que huir de la tierra de muerte en que se había convertido su hogar, así que se lanzó al mar y confió en que la naturaleza lo guiase a territorios con vida, donde esperaba encontrar la manera de expulsar a las fuerzas de los no muertos y restaurar la vida a las Islas de la Sombra.
Desafiar al orden natural acarrea consecuencias.
―Maokai